La teta
de la noche:
sedosa,
azul,
brillante,
íntima
con el pezón que patina en los sueños flamantes
y que rebota a veces
en tus huellas desnudas a orillas del arroyo.
Otro grito que se pierde
y no regresa
de la suavidad esponjosa de la luna; otro grito
que corre sin desplazarse por el lago,
que se encumbra en tus ojos
y cae en los abismos de lo eterno.
Sé que me esperas
en cavernas tan profundas
que de explorarlas
llegaría a ese mundo sin noches y sin gritos,
con tetas de luz ,
conejos de silencio
y las lunas que construye tu saliva
al invadir el cielo
de mi paladar.
(Cierra los labios
y duerme sobre la grama.
Arriba,
crujen las estrellas).
GOCHO VERSOLARI
Ilustración: ng6999_by_nickgiles